Siempre lo que se hace en casa es una satisfacción, especialmente si se siguen técnicas tradicionales que nunca fallan. Una receta para aprovechar al máximo la capacidad de nuestras manos y usarla tanto en alimentos dulces como salados. La ricotta es un derivado lácteo de particular sabor, de aspecto similar al queso pero de consistencia espesa y granulosa. Aprender a preparar ricotta te permitirá no sólo disfrutar del alimento sino poder integrarlo en otras comidas o dejarlo reservado para mejor oportunidad.
Rinde: 800 gramos
Las proporciones de leche y limón que te proponemos pueden reducirse, por supuesto, pero es recomendable utilizar estas cantidades para que rinda la preparación y sea suficiente para rellenar una tarta o un postre.
Ingredientes
- 3 litros de leche entera
- jugo de dos limones
Preparación
- En una olla a fuego medio poner a hervir la leche, retirándola del fuego antes de que hierva.
- Agregar lentamente el jugo de limón, revolviendo en forma continua.
- Al cortarse la leche, quedará el suero en el fondo y la parte más consistente se irá a la superficie, es la ricotta.
- Retirar del fuego y colar poniendo sobre el colador una tela de gasa, por la que pasará lentamente el suero quedando la parte sólida.
- Luego se coloca la ricotta sobre un lienzo o paño limpio anudándolo como si fuese una bolsa y se cuelga para que se escurra bien el líquido.
- Dejar reposar 10 minutos la ricotta antes de usar o llevar al refrigerador.
Conservación de la ricotta
Conservar en heladera no más de cinco días, y en el freezer hasta dos meses.
Se puede utilizar para rellenar pastas y tartas, o en la mezcla de preparación de pastas. Puede integrarse a recetas saladas o dulces, para combinar la elaboración de postres, y también a la hora del desayuno untando galletitas con ricotta o bien mezclándola con mermelada.