Nuestra receta de hoy tiene una sencillez que habla por sí sola, y el sabor es auténticamente delicioso. Quizás por eso es de las que siempre salen riquísimas y que les gustan a todos, así que te recomiendo que lo compruebes.
El sabor intenso del zumo de lima y de la propia ralladura de su cáscara, aportarán un toque cítrico inolvidable a este plato de muslos de pollo que tras el marinado quedará sorprendentemente exquisito. Básicamente, se trata de hacer una buena marinada en la que dejaremos macerar el pollo durante unas horas y luego lo llevaremos al horno. Sigue leyendo la receta completa.
Marinar es una técnica de cocina que consiste en remojar un alimento con un líquido aromático para mantenerlo tierno y darle un cierto aroma. Además de aportar otros sabores, se ablandan las carnes duras. Se puede utilizar vino tinto o blanco, condimentado con hierbas aromáticas, verduras y especias.
Tiempo de elaboración: 45 minutos más el marinado.
Rinde: 2 personas
Ingredientes
- 4 muslos de pollo.
- 1 limón.
- 1 chorreón de vino de Jerez.
- 1 diente de ajo.
- Sal.
- Especias o hierbas aromáticas a gusto.
Modo de preparación
Como siempre que usamos pollo, quitamos las plumitas y cañones que tengan, especialmente en el extremo, para no encontrar indeseables a la hora de comer. Después colocamos los muslos de pollo en la misma fuente que los llevará al horno y allí mismo preparamos la marinada.
Luego de salar, picar ajo finito y echarlo encima, incorporar cualquier vino blanco. Aunque le da un especial sabor el jerez, que le aporta un toque exquisito. Sumarle, además, el jugo de un limón. Dejamos el pollo envuelto con papel film y lo depositamos dentro de la nevera durante un mínimo de 2 horas.
Precalentamos el horno a 200 cc, retiramos el papel film y colocamos la fuente a cocinar por 40 minutos. Para comprobar que el pollo esté bien cocido por dentro será preciso abrir los muslos uno a uno, ya que es muy frecuente que queden crudos en su interior.
Es recomendable ir girando las piezas cada 10 minutos para que cocinen parejo, sobre todo teniendo en cuenta que la parte superior se va secando y dorando, y la parte inferior, que está en contacto con el vino y el zumo de limón se va «cociendo». Al girar las presas quedará todo bien cocinado y dorado por igual.
Como la salsa en la fuente se consume, se puede agregar un poquito más de vino y agua. Para acompañar estos muslos, es ideal una guarnición de patatas fritas o simplemente una ensalada de tomates.