El conejo posee una carne magra, o sea reducida en calorías y con bajos porcentajes de materia grasa y colesterol. Además, es muy nutritiva, ya que tiene muchas proteínas, vitaminas y minerales, junto de ser de fácil digestibilidad.
La mayoría de la gente cree que la carne de conejo es dura, cuando en realidad es mas fibrosa que la carne de vaca o de cerdo, por eso es que su cocción es lenta y larga.
Tiempo estimado de preparación: 2 horas
Este plato rinde para 4 personas
Ingredientes
- 1,200 kilos de conejo trozado
- 1 taza de agua
- 1 taza de vinagre de alcohol
- 6 cucharadas de mostaza
- 100 gramos de echalotes
- 1 cucharada de harina
- 1 ramito de salvia
- 1 ramito de romero
- 300 ml de vino blanco seco
- 80 gramos de manteca
- 12 damascos desecados
- Una copita de licor de damasco
- Sal y pimienta a gusto
Preparación
Sumergir el conejo en un bol con agua y vinagre. Luego de 10 minutos, escurrirlo y secarlo bien; untarlo con mostaza y dejarlo tomar sabor durante una hora.
Fundir la manteca en una sartén, agregar el conejo y dorarlo en forma pareja; retirarlo y mantenerlo al calor. Incorporar al fondo de cocción las echalotes picadas, la salvia y el romero; luego de algunos minutos, espolvorear con la harina y rociar con el vino. Llevar a ebullición y colocar nuevamente el conejo en la sartén; salpimentar, cubrir y cocinar a fuego lento durante una hora.
Poco antes de finalizar la cocción, incorporar los damascos remojados previamente durante media en agua tibia y una copa de licor de damascos y luego escurridos. Una vez bien cocido, servir el conejo caliente bañado con la salsa resultante de la cocción.