Si quieres aprender una forma diferente de comer fruta, descubre cómo elaborar un deliciosa mermelada de membrillo en tu propia casa y beneficiarte de las propiedades de este ingrediente que se puede adquirir a lo largo de todo el año.
Este plato es muy famoso en España, sobre todo en Puente Genil, siento típico también de México, Chile, Portugal y Uruguay. Esta receta se prepara sobre todo a final del verano o al principio de otoño. Gracias a las pectinas que contiene este fruto ayuda a disminuir el colesterol en la sangre y además cuenta con taninos, que regulan el aparato digestivo evitando la diarrea o el estreñimiento.
Otra de las muchas ventajas que ofrece esta fruta, es que es rica en fibra y en vitaminas A y C, aunque hay que tener mucho cuidado, ya que los numerosos beneficios de la mermelada con membrillo pueden verse mermados por la cantidad de azúcar que se aporta en esta receta, ya que el membrillo como es muy ácido, va a necesitar más cantidad de la deseada. Por eso el consumo de esta receta tiene que ser moderado.
Ingrediente
- 800 gramos de membrillo
- limón
- 600 ml. agua
- 450 gramos de azúcar
- 2 clavos
Elaboración de la mermelada de membrillo casera
Lo primero que tienes que hacer es exprimir el zumo de un limón con mucho cuidado de que las semillas no se caigan en el vaso y después, resérvalo. El siguiente paso será cortar los membrillos en trozos pequeños. Ponlos en una olla junto con el zumo anteriormente exprimido y pon todo a cocer durante unos minutos a fuego medio.
En el momento en que comience a hervir, habrá que bajar el fuego y después dejar que siga cociendo durante una hora más. Después agrega el azúcar y sube el fuego de nuevo hasta que se derrita el azúcar, pero con mucho cuidado de que no comience a hervir la mezcla.
Cuando el azúcar se haya derretido, será el momento de añadir el clavo molido y dejar que cueza durante otros 60 minutos, removiendo de vez en cuando para que los ingredientes no se peguen a la cazuela. La mezcla deberá adquirir un color salmón así como espesar durante ese tiempo. Cuando así suceda, se retira la cacerola del fuego y se revisa bien la textura.
Si ves que la mermelada tiene trozos, puedes pasarla por la batidora para deshacer los grumos. En cualquier caso eso es una decisión que va a depender del gusto de quienes la vayan a degustar.
El último paso será meter la mermelada en unos botes de cristal que estén bien esterilizados. Para conseguirlo, ponlos en una cazuela lo suficientemente honda como para que el agua los cubra por completo, y deja que hiervan durante durante 20 minutos. Después de este tiempo, sácalos, déjalos que se enfríen únicamente lo suficiente para poder manipularlos y ciérralos herméticamente. Rellénalos con la mermelada de membrillo y ponlos boca abajo hasta que la misma se haya enfriado.
¡Bon apetit!