Comer sin ingerir grasas es imposible, esa es la pura verdad, pero lo que sí es posible es llevar adelante una alimentación y una vida sana, solo es cuestión de proponérnoslo. Hoy hablaremos de cómo hacer para reducir la ingesta de grasas, para mejorar nuestra calidad de vida.
El objetivo de reducir la ingesta de grasas, es prevenir enfermedades y patologías diversas que llevando una mala alimentación, nos convierte en más propensos en adquirirlas.
Siempre que compres carnes, deberás comprar la que menos % de grasas tenga. De un trozo de un kilo de carne, solamente como máximo el 5% puede ser grasa, ya que si el porcentaje es mayor, la alimentación no sería la correcta.
Si el pedazo de carne contiene más del porcentaje que comentamos, lo recomendable es marinarlo previamente con limón, vino o leche.
Hablando de otro tipo de carnes, como por ejemplo las aves, siempre tenga la precaución de eliminar la piel, ya que parece inofensiva, pero su material graso es enorme.
Otro consejo muy importante, es que a la hora de cocinar evitemos el uso de aceite de más, es decir, utilicemos lo que exactamente necesario. Es aconsejable también utilizar sartenes antiadherentes.
A la hora de llevar carne al horno, lo recomendable es envolverlo en un papel de aluminio, con esto lograremos que la carne se cueza en su propio jugo, evitando así la necesidad de añadir grasas.