Si se te hace difícil que tus hijos coman verduras, no dudes en preparar estas riquísimas croquetas de calabacín que podrás tener listas en tan solo media hora como máximo. En cualquier caso podrás combinar los sabores que más te gusten en estas pequeñas porciones de masa preparadas con bechamel y rebozadas posteriormente con huevo y pan rallado, sólo tienes que elegir tus ingredientes favoritos y ponerte manos a la obra.
El origen de esta receta viene de la tradición de «aprovechar las sobras en la cocina», ya que es muy habitual prepararla con las sobras de pescado, de carne o de guisos, aunque cada día son más las elaboraciones de croquetas con diferentes alimentos que han conseguido ir incorporándose poco a poco a nuestra gastronomía.
Y es que las croquetas han terminado convirtiéndose en uno de los aperitivos o tapas más populares de toda España así como en diferentes partes del mundo, por eso es habitual que sea un plato muy recurrente tanto para celebraciones como para una rica comida o cena. En esta ocasión las vamos a preparar con calabacines, una verdura deliciosa con la que conseguirás probar unas croquetas diferentes a las que has comido hasta ahora.
Ingredientes
- Medio kilo de calabacines
- 1 cebolla
- 4 cucharadas de pan rallado
- 2 cucharadas de queso feta rallado
- 2 huevos
- Pan rallado
- Perejil picado
- Harina
- Aceite de oliva
- Pimienta y sal
Elaboración
Comienza lavando y rallando el calabacín sin quitar su piel. La ralladura del mismo se coloca en un escurridor unos minutos para que elimine todo el agua que pueda tener, y mientras tanto se pela y pica la cebolla finamente, para meterla en un bol junto con un huevo. Salpimenta.
Se bate hasta lograr una mezcla homogénea y se añaden cuatro cucharas de pan rallado. Se continua removiendo y se agrega la ralladura del calabacín para volver a mezclar. Debe quedar una masa que pueda trabajarse con las manos perfectamente, o sea, que no puede quedar líquida. Añade un poco de harina o más pan rallado para que espese si ese es el caso.
Con las manos se van haciendo las croquetas con la forma que quieras, redondas u ovaladas, y se pasan por harina primero, después por una mezcla de perejil picado y de huevo batido y finalmente por el pan rallado.
Se coloca una abundante cantidad de aceite en la sartén y cuando esté caliente, se van añadiendo las croquetas, dándolas la vuelta según se vayan dorando. Cuando estén listas se ponen sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite y ¡a comer!