Receta tradicional del sur de España, el pollo con tomate es una de las más populares en lo que se refiere a cocinar este alimento con alguna salsa, además de una de las más sabrosas. Sus sencillos ingredientes y la facilidad con la que se prepara, han convertido a este plato en un guiso muy familiar que se suele servir acompañado de patatas fritas o de un poco de arroz blanco.
Si no sabes qué preparar hoy para comer, te animamos a que te atrevas a cocinar esta receta tan sabrosa que os hará chuparos a toda la familia los dedos. Además no tardarás nada de tiempo en hacerla, ya que este plato tan tradicional y riquísimo, se elabora de una manera muy sencilla, puesto que tan solo tendrás que meter todos los ingredientes en una olla y dejar que se cocinen.
Por otra parte los beneficios que aporta esta receta al organismo son múltiples ya que el pollo es una carne baja en calorías y en grasas y muy alta en proteínas, por lo que es perfecta para mantener el peso adecuado. Además cuenta con numerosas vitaminas y nutrientes esenciales como el calcio, fósforo, zinc, sodio, hierro, potasio y magnesio. ¿Te animas a prepararlo?
Ingredientes para 4 personas
- 500 gramos de muslos y contramuslos de pollo
- Media cebolla
- 1 diente de ajo
- ¼ de pimiento rojo
- 2 tomates
- 50 gramos de tomate natural triturado
- 50 ml de vino blanco
- 1 hoja de laurel
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración
Para comenzar se pelan las patatas y se cortan en pequeños trozos. Lo mismo hay que hacer con el ajo, quitando el germen que tiene para que más tarde no repita. Se lava el pimiento y se abre para quitarle las semillas y cortarlo en dados pequeños. Se lavan los tomates, se trocean y se reservan.
El pollo se corta y se trocea en cuartos. Se quita la piel para eliminar la grasa y se salpimenta. En una cacerola se pone aceite de oliva y cuando esté caliente se echa dentro el pollo, se rocía con un chorro de vino y se va dándole vueltas hasta que se haga por todos los lados y coja un poco de color.
Según se vayan haciendo los trozos, se van sacando y reservándolos en una fuente. En la misma cazuela se echa la cebolla, el ajo y el pimiento para sofreír todo durante unos diez minutos. Se añade de nuevo el pollo a la cazuela junto con el tomate y una hoja de laurel y se deja cocer durante media hora más, dando vueltas de vez en cuando.
Se coloca el pollo ya listo en una fuente y se sirve bien caliente. Puede acompañarse de unas patatas fritas y por supuesto, de un trozo de pan para untar la riquísima salsa que se ha conseguido.