Ingerir alimentos nulos de grasas, es casi imposible, pero sí podemos preparar nuestros alimentos de tal manera que su ingesta de grasas sea mínima.
Si bien es recomendable evitar los aceites calientes, hay comidas que los necesitan sí o sí. Por ejemplo, si tus hijos quieren patatas fritas, cuando las quitas de la sartén, hazlo siempre con una rejilla y, antes de llevarlas a una mesa, pásalas por un papel absorbente.
Otro consejo es que cuando prepares un estofado, lo hagas con 24hs de antelación, ya que si lo preparas hoy y lo dejas en tu heladera, al día siguiente cuando lo quieras calentar para comer, verás una gran capa de grasa que se forma en la superficie, y la retiras con una cuchara o una espátula.
Otro consejo que se está utilizando en estos últimos años es que, para aliñar tus ensaladas, en vez de utilizar aceite y vinagre, mejor es recomendable realizar una salsa con yogur rebajado con limón y si lo deseas con un poquito de mostaza condimentado con pimienta. Pruébalo, es deliciosa.
Por último, es recomendable utilizar aderezos ligeros pero naturales, como el cebollino o ajo picadito a la carne. Otra opción es una salsa de soja que siempre acompaña perfectamente a cualquier comida.