Solomillo de cerdo al ajillo

Los amantes de la carne están de enhorabuena porque hoy nos toca preparar una rica receta de solomillo de cerdo al ajillo que tendremos lista en apenas cuarenta minutos. No olvides preparar un buen trozo de pan para mojar la riquísima salsa que se va a formar mientras vamos cocinando el solomillo y si lo prefieres, podrás usar usar cualquier otro tipo de carne, como por ejemplo de vacuno, que también va a quedar sabrosísima, o incluso de pavo o de pollo.

Este plato es muy sabroso y sencillo de preparar, te va a permitir disfrutar de una carne muy tierna como es el solomillo de cerdo, una pieza muy apreciada dentro de la cocina tanto por su sabor, como por su textura, además de ser una trozo magro que no contiene apenas grasa. Localizado sobre los riñones y por debajo de lomo, el solomillo se puede dividir en cuatro partes, cabeza, centro, rosario y punta. Tú decidirás la parte que le pides a tu carnicero para preparar esta excelente receta.


Además, nutricionalmente hablando, el solomillo de cerdo sobresale por su aporte en vitamina B1 y B3 y en proteínas, además de no contener nada de azúcar. Como es baja en grasas, también es perfecta para seguir una dieta de adelgazamiento. Por si fuera poco ayuda a combatir la anemia por su alto contenido en hierro, tiene propiedades antioxidantes, mejora la salud de todos los huesos y refuerza el sistema inmune. ¿A qué estás esperando para preparar la receta de hoy?

Solomillo de cerdo al ajillo

Ingredientes para cuatro personas

  • 12 medallones de solomillo de cerdo gruesos
  • 10 dientes de ajo
  • 1 vaso de caldo de carne
  • 1 vaso de vino blanco
  • Sal y pimenta
  • Aceite de oliva

Elaboración

Comenzaremos sofriendo los dientes de ajo. Para eso echaremos una cantidad generosas de aceite de oliva en una sartén para que se caliente a fuego suave. Cuando alcance una buena temperatura se echan los dientes de ajo sin pelar, aunque con unos cortes pequeños que habremos hecho con ayuda de un cuchillo en cada uno de ellos.

Se cocinan aproximadamente durante ocho minutos o hasta que los ajos estén bien dorados pero sin llegar a quemase. Es importante tener el fuego suave para que vaya cogiendo el aceite el sabor de los ajos. Cuando estén listos se sacan los dientes de ajo y se reservan.

Lo siguiente será sellar los medallones de carne en el mismo aceite que hemos frito los ajos. Para ello habrá que subir el fuego a medio alto y se van friendo hasta que estén dorados por los dos lados. A continuación se añade el vino blanco, un poco de pimienta y los ajos reservados.

Se cocina todo durante cinco minutos o hasta que el vino se haya reducido considerablemente y se añade el caldo de carne. Si no se cuenta con ésto último, se puede sustituir un por vaso de agua con una pizca de sal, o incluso por una pastilla de caldo concentrado. Se sigue cocinando durante quince minutos más, dando la vuelta a los medallones a los siete minutos aproximadamente para que se hagan igual por los dos lados.

Cuando la carne ya esté tierna, se retira del fuego y se sirve inmediatamente para comer los solomillos bien calientes acompañados de la salsa que se ha generado. Si quieres más cantidad de la misma, una vez que se haya evaporado el alcohol saca la carne de la sartén y deja los ajos. Añade un vaso de agua y deja reducir. Prueba de sal y espesa con un chorro de nata líquida o con fécula de maíz. ¡A disfrutar!

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